
En la Oficina de Farmacia he observado como la gente demanda cada vez con más frecuencia probióticos. Algo que nosotros vemos como beneficioso siempre y cuando se sepa bien qué tipo de probiótico elegir, ya que no vale escoger uno de forma indistinta. Por eso queremos desde OrtofarmaUgalde, adentraros un poco en el mundo de los probióticos y que conozcáis de forma sencilla qué son y cómo nos pueden ayudar para mejorar nuestra salud.
Primeramente, empezaremos por explicaros que son los probióticos:
Microorganismos vivos no patógenos (es decir no nocivos para nuestra salud, ni causante de enfermedades) que cuando se administran en cantidades adecuadas, confieren un efecto beneficioso para la salud del sujeto que los recibe. Además, ayudan a mantener o mejorar las bacterias buenas del cuerpo, por lo tanto, actúan como nutrientes para la microbiota humana.
Los probióticos se diferencian de acuerdo con: el género, la especie, y la cepa.
Las cepas más utilizadas son:
SISTEMA INMUNITARIO:
- Bifidobacterium Lactis (HN019)
- Bifidobacterium Lactis (Bb-12)
- Lactobacillus acidophilus (NCFM)
- Lactobacillus reuteri
- Lactobacillus Rhamnosus (GG)
- Lactobacillus Plantarum (CECT7315 y CECT7316)
SITEMA DIGESTIVO
- Lactobacillus Rhamnosus (GG)
- Bifidobacterium Lactis (Bl-04)
- Lactobacillus paracasei (Lpc-37)
- Saccharomyces cerevisiae (Boulardii)
- Lactobacillus Plantarum (299v)
- Bifidobacterium infantis (35624)
ZONA ÍNTIMA
- Lactobacillus plantarum
- Lactobacillus Rhamnosus
- Lactobacillus Reutéri
- Lactobacillus acidophilus
- Lactobacillus Crispatus
Es importante recalcar que no todos los probióticos son iguales u ofrecen la misma acción terapéutica.

La Sociedad Española de Probióticos y Prebióticos, se necesitan los siguientes requisitos para que un organismo sea considerado como probiótico
- Producir sustancias antimicrobianas.
- Resistencia a la cavidad donde van a implantarse o las que atraviesan hasta alcanzarla.
- No tener capacidad de transmitir su resistencia a los antibióticos.
- Que sea fácilmente cultivable y no pierda viabilidad durante su almacenamiento.
- Proporcionar la misma actividad in vivo que ha demostrado in vitro.
En el etiquetado de un probiótico debemos fijarnos en:
- Nomenclatura de las cepas (género, especie y cepa concreta)
- Cantidad de estas cepas
- Si contiene prebióticos
- Si contiene algún otro suplemento para potenciar el efecto del producto